Viajar en Molise significa descubrir pueblos que ahondan sus raíces en la historia.

Molise, tierra de belleza arcana, es un tesoro de naturaleza y cultura: no solo montañas, colinas y valles, sino también pueblos por descubrir. Paseando por sus caminos, senderos y callejuelas es fácil percibir los vestigios dejados por los pueblos antiguos. En tiempos históricos, la tierra de Molise estuvo habitada por samnitas y romanos, cuyo legado está todavía presente en muchas poblaciones. En la área arqueológica de Altilia Saepinum (Sepino, Matese), te espera una pequeña Pompeya, construida sobre el anterior asentamiento samnita: baños termales, foro, tiendas, insulae y un molino de agua nos hablan de la vida cotidiana de Roma en su apogeo. Entre las montañas del Alto Molise te espera Agnone, conocido en todo el mundo por la milenaria Pontificia Fonderia di campane Marinelli, donde podrás ver activa una increíble producción campanaria no mecanizada que sigue técnicas que se remontan a la Edad Media. Una Edad Media todavía presente en la estructura de muchos otros pueblos como Venafro o Scapoli, la capital de la gaita. Más allá de las montañas y los valles, el mar Adriático baña localidades encantadoras como Termoli, un antiguo pueblo que creció alrededor de la catedral de Santa Maria della Purificazione, un bello ejemplo del románico en Molise.

No te pierdas una visita a las localidades declaradas Bandera Naranja por el Touring Club Italiano o un paseo por las calles de aquellas incluidas en la lista de los Pueblos Más Bellos de Italia. Para la instantánea perfecta, te recomendamos pasear por las estrechas calles de Civitacampomarano, escenario de un particular juego de contrastes entre el pueblo medieval y el street art contemporáneo.

Viajar en Molise significa descubrir pueblos con profundas raíces en la historia de una tierra donde las tradiciones ancestrales todavía siguen vivas.